domingo, 13 de abril de 2014

Momentos de desesperación, ah.


Y es que no nos damos cuenta realmente de lo que tenemos. Creemos que estamos rodeados de personas que nos quieren. Pero no nos damos la opción de pensar que realmente no tenemos a nadie más que a nosotros mismos. Nos enfrentamos a este mundo, solos. No tenemos a nadie más. Deberíamos dejar de preocuparnos por lo que piensen los demás y simplemente dejar que nuestros pensamientos nos guíen. Claro está, que debemos estar seguros de que esos pensamientos son buenos. No debes depender nunca de alguien, ese alguien puede fallarte o faltarte un día. ¿Y que harás tu? Echarte a llorar porque ya no está. Suicidarte por el miedo a estar solo. En igual de pensar que es la hora de enfrentarte al mundo por ti mismo. A veces la vida te dará la espalda, pero es ahí el momento en que debes demostrarle a la vida que tú puedes sobrepasarla, luchar contra esos obstáculos que te impiden la vista hacia el futuro que siempre has deseado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario