domingo, 8 de septiembre de 2013

Historia inconclusa :3

Me sentía deprimida y sola. Últimamente las cosas con Jason no iban bien. Él estaba tan distante. Había cambiado mucho. Ya casi no hablábamos por celular  hasta altas horas de la noche, las veces que lo miraba en el instituto eran encuentros indiferentemente cariñosos, cuando antes al vernos parecía que teníamos años sin mirarnos el uno al otro.
Yo trataba de revivir todo, le mandaba mensajes lindos, iba a buscarlo a sus clases, aun así trataba de no ser una acosadora. En un libro leí que los hombres odian eso. Tampoco le había mencionado mi preocupación, él siempre me decía que exageraba todo y temía que esta vez si estuviera exagerando. Lo dejaba pasar.
Pero todo cambio esa mañana.
Llegue temprano, lo que no era normal en mi, pero quería ver a Jason antes de entrar a clases. Al llegar al instituto me encontré a Leila, una compañera. Tuve una conversación amable con ella, de la cual poco recuerdo. Después, me despedí y camine rumbo a los salones de medicina. Estaba rodeada de personas vestidas de blanco, demasiadas personas. El color me cegaba pero aun así me abrí paso y me dirigí hasta donde recordaba era el salón de Jason. No tuve tiempo de protestar por el chico que me golpeo con su mochila en el hombro, porque lo que estaba viendo ante mis ojos me había dejado estupefacta. Junto a la puerta del salón estaba una chica atrapada por el cuerpo de un chico y al parecer el chico trataba de llegar a su garganta por medio de su boca. Viéndolo de la manera publica era asqueroso. Pero viéndolo en mi manera era destrozador. El chico llevaba colgado de su hombro una mochila negra con un signo extraño en la parte notoria. La mochila tenía escrito con corrector justo debajo de el signo las palabras: "Soy un perdedor". Que me llevaron a otro tiempo y época.
** Jason estaba frente a mi, mientras me paseaba en el columpio del parque que estaba a dos manzanas de nuestra calle.  Veníamos aquí todos los miércoles después de la escuela. Era nuestro lugar relajante de mitad de semana. 
Jason tenía su mochila colgada hacia adelante y fingía estar embarazado, caminando graciosamente con las piernas abiertas y con una mueca en la cara. Yo no paraba de reír. Era tan cómico. 
-De que te ríes, jovencita? Nunca habías visto a un hombre embarazado?
Me dio otro ataque de risa, y el comenzó a sacar lápices y plumas de su mochila para empezar a lanzarmelos.
-Calla! Es una falta de respeto niñita. - Dijo sonriendo y lanzándome el corrector, que dio directo en mi regazo.
-Hey, eso dolió. -Dije sonriendo.
-No fue un cariño, amor. -Dijo acercándose y tomándome la mano, jalando para levantarme del columpio. 
-Sabias que te ves hermosa cuando sonríes? -Me dijo y eso solo hizo mi sonrisa mayor. 
-Ven acá, perdedor! -Le dije y lo tome de la mochila y lo senté en el columpio. Me acuclille junto a el y con el corrector comencé a escribir en su mochila una frase.
-Soy... Un....- leyó mientras terminaba de escribir. - ¿perdedor? ¡Hey! Ahora todos sabrán que lo soy antes de conocerme. Cuando a mi me gusta que lo descubran después de que somos amigos!
Me reí y salí corriendo mientras el me perseguía por todo el parque.
****
La misma mochila con la misma frase, con mi misma letra y con el mismo dueño usándola, estaba ahí.
No podía moverme. Estaba paralizada, mientras la gente pasaba a mi alrededor. Alguien me hablaba a lado, pero no comprendí nada de lo que dijo hasta que un chico, se acerco a la pareja que tenía toda mi atención, haciendo que estos se giraran hacia él y apunto hacia mi.
No supe bien que paso después, solo sé que vi la mirada sorprendida de mi ahora ex-novio y decidí salir lo mas pronto de ahí.
Lo escuche gritar mi nombre. Pero no quería escucharlo. Ya había visto demasiado.
Corrí lo mas que pude y entre al baño de chicas de la sección de Psicología.
Allí no mire a nadie y me encogí en un cubiculo desocupado.
Lagrimas bajaban por mis mejillas y hacia sonidos extraños con mi garganta. Escuche a chicas cuchichear sobre la "chica llorando" pero no me importaba.
Quería morir. No, eso seria demasiado. Quería irme de aquí y no volver jamás.
Mi orgullo estaba golpeado por haber sido la niña tonta a la que habían engañado. Pero mi corazón estaba destrozado y se había quedado a los pies de aquella persona que lo había tenido durante 3 años y medio.
Llore hasta que me quede sin lagrimas. La falta de agua en mi cuerpo debería ser alta. Si, cosas que aprendí en mis clases de nutricion. Mi mente estaba en otro lugar. No podría concentrarme en las clases así que decidí irme a casa. Revise el reloj y eran las 10:18am tenía como 3 horas y media encerrada en el baño! 
Me soné la nariz y salí de la escuela a tomar el autobús.
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1 comentario:

  1. Me gustó mucho!!! Ojala la continuaras, me quedé con ganas de leer más!
    En serio escribes bien, desearía que lo leyeras con mis ojos para que pudieras comprender el talento que tienes :)

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